Eurovisión levanta el telón en Basilea: 10 pasan, 5 lloran y Melody… reina

Esta noche se ha levantado por fin el telón del St. Jakobshalle de Basilea, dando el pistoletazo de salida a la 69ª edición del Festival de Eurovisión, que este año se celebra en Suiza gracias a la victoria del pasado año de Nemo con The Code. La primera semifinal, emitida en directo por La 1 con los comentarios habituales de Tony Aguilar y Julia Varela, ha reunido a 15 países que han luchado por hacerse con una de las 10 codiciadas plazas para la final del próximo sábado.
Spoiler: sí, ha habido épica, LED y alguna que otra sorpresa.
La crónica de la gala
La velada ha comenzado con un número musical que, para qué negarlo, ha sido tan suizo como un Toblerone: músicos tocando la tradicional corneta de los Alpes y un coro de jodel versionando clásicos eurovisivos como Waterloo de ABBA o la reciente The Code de Nemo. Un arranque entre la autoparodia y el homenaje patrio.
A continuación, han hecho su entrada las presentadoras de la noche: la cómica Hazel Brugger y la siempre elegante Sandra Studer, que representó a Suiza en 1991 (cuando los móviles aún tenían antena). Tras los saludos de rigor, llegó el desfile de los 15 participantes, en una mezcla que es puro Eurovisión: desde las atmósferas marinas de Islandia hasta la épica sin freno de Polonia y Noruega; del pop con retranca de Suecia y Estonia y el pop clásico de Países Bajos al rock psicodélico de Ucrania y el toque nostálgico (pero sentido) de Portugal.
También hubo espacio para el espíritu discotequero de Bélgica, San Marino y Chipre; un auténtico aquelarre desde Croacia; la balada introspectiva del representante de Eslovenia; y los sonidos de raíz, o más “étnicos”, de Albania, Azerbaiyán (aunque mezclado con el funk) .
Y llegó Melody
Además de los semifinalistas, esta noche también actuaron tres de los seis países ya clasificados directamente para la final: Italia, la anfitriona Suiza y, por supuesto, España. Nuestra representante, Melody, actuó casi al inicio de la gala, justo después de Estonia.
El número comenzó con un plano cerrado que se abría lentamente, revelando una colosal cola de bata flamenca bajo la que emergían cinco bailarines. Luego, nuestra diva avanzó sobre una alfombra roja digital —pura fantasía de LED— hasta un telón de teatro que atravesó para salir, segundos después, transformada en una auténtica estrella futurista con un body plateado que arrancó gritos (y algún que otro suspiro) del público.
Melody estuvo radiante y segura de sí misma, brillando especialmente en el dance-break, y aún más en su solo a capela, interpretado en un podium , mientras, del LED, unas columnas de mármol se resquebrajan. Un momento tan dramático como glorioso. Piel de gallina incluida.
Y los finalistas son…
Tras el intermedio, que corrió a cargo de una Petra Mede en su salsa —cantando junto a las anfitrionas una canción irónica dedicada a Suiza, con más de una pulla bien colocada—, llegó el homenaje a Céline Dion: cuatro artistas de la edición anterior —entre ellas la griega Marina Satti y la portuguesa Iolanda— interpretaron la inmortal Ne partez pas sans moi. Casi se nos escapa una lagrimita.
Y, finalmente, el clímax de la noche: el anuncio de los clasificados para la final. Este año, los organizadores decidieron añadir un giro de tensión —quizás innecesario, pero eurovisivamente eficaz—: en lugar de leer los nombres uno a uno, se mostró en pantalla a tres países a la vez, de los cuales solo uno era anunciado como finalista. Un momento de auténtica tortura emocional a pantalla partida.
El público, a través del televoto, ha decidido que los 10 países que pasarán a la final son: Noruega, Albania (que vuelve a la final dos años después), la favorita Suecia, Islandia (también de regreso tras una sequía de dos años), Países Bajos, Polonia (que regresa tras un año de ausencia), San Marino (que no pisaba una final desde 2021), Estonia, Portugal y Ucrania.
En cambio, Eslovenia, Bélgica —una de las grandes favoritas de esta edición—, Azerbaiyán, Chipre y Croacia tendrán que esperar otro año para volver a intentarlo.