RTVE se libra de la sanción: la UER hace mutis por el foro tras el mensaje sobre Palestina

Photo: RTVE

RTVE respira tranquila. La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha decidido no sancionar a la cadena pública española por emitir, justo antes de la final de Eurovisión 2025, un mensaje visual pidiendo “paz y justicia para Palestina”. En solo 16 segundos de fondo negro y letras blancas —sin música, sin comentarios—, La 1 consiguió decir mucho… y, al mismo tiempo, sortear con habilidad quirúrgica el reglamento eurovisivo.

El gesto venía precedido de una advertencia clara desde la organización: si se hablaba de Israel durante la retransmisión oficial, habría consecuencias. RTVE optó por no repetir las palabras de Tony Aguilar y Julia Varela durante la segunda semifinal —donde mencionaron cifras de víctimas en Gaza y pidieron respeto a los derechos humanos— y en su lugar preparó una silenciosa pero contundente pieza previa al arranque de la gala. Un movimiento de ajedrez, y de los buenos.

La UER ha confirmado según Europa Press que no hay sanción, porque el mensaje se emitió fuera del marco técnico del festival. RTVE, por tanto, queda exonerada. “Cada emisora es responsable de su contenido fuera de la retransmisión del Festival de Eurovisión”, dicen desde la organización. O lo que es lo mismo: hagan lo que quieran… pero no dentro del programa.

Mientras tanto, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) observa el caso con interés, aunque su presidente, Miguel Ángel Noceda, ya ha adelantado que no ve motivo alguno para sancionar a unos comentaristas que, simplemente, informaron. “No se vulnera ningún principio ético ni periodístico”, señaló, añadiendo un recordatorio elegante sobre la libertad de expresión que, al parecer, hace más falta que nunca en una gala de canciones.

Pero la polémica no acaba aquí. La UER también ha salido al paso de las críticas por mantener a Moroccanoil, una marca israelí, como patrocinador oficial del certamen. Según el organismo, se trata de una “empresa global con sede en Nueva York”, colaboradora desde 2020, sin ninguna injerencia sobre las decisiones editoriales o la lista de países participantes. Qué oportuno.

Así, mientras la UER insiste en su neutralidad y RTVE sale indemne de un episodio incómodo, el debate sobre la participación de Israel —y el papel político cada vez más evidente del festival— sigue creciendo dentro y fuera de los escenarios. Eso sí, sin música de fondo, y si puede ser en blanco y negro.

Fuente: Europa Press

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