Graz se lo piensa (otra vez): la candidatura a Eurovisión 2026 podría costar un ojo de la cara… y medio presupuesto municipal

La ciudad austríaca de Graz está dándole vueltas —y muchas— a la idea de presentar oficialmente su candidatura para albergar el Festival de Eurovisión 2026. Pero entre soñar con un escenario giratorio y pagar las facturas, hay un trecho: según el Ayuntamiento, el coste de la operación podría rondar los 30 millones de euros. Que no es precisamente calderilla.

Entre la ilusión y el Excel

El lunes por la noche, el Ayuntamiento reunió a todas las partes implicadas en un encuentro de “mesa redonda” que, todo indica, fue más una montaña rusa emocional. Tras analizar los números, el gabinete de la alcaldesa Elke Kahr (KPÖ) ha confirmado que el presupuesto estimado se aleja considerablemente de los 20 millones que se barajaron en 2015, cuando Graz ya se postuló para Eurovisión, aunque finalmente fue Viena quien se llevó el micrófono (y los gastos).

En 2026, las exigencias del certamen se han multiplicado: más tecnología, más seguridad, más requisitos técnicos, más fans con pancartas. La infraestructura del recinto no es el mayor problema —puede actualizarse sin dejar temblando las arcas públicas—, pero los nuevos estándares de la UER sí.

Graz busca cómplices… y sponsors

La decisión definitiva sobre si presentar o no la candidatura se tomará este mismo viernes. Hasta entonces, Graz intentará convencer al gobierno regional y, sobre todo, al federal de que Eurovisión no solo es un gasto, sino también una inversión de alto voltaje mediático. Y si además aparece algún patrocinador generoso con la billetera y eurofan en el alma, mejor que mejor.

Las ciudades que quieran acoger el festival tienen hasta el 4 de julio para entregar toda la documentación a la UER. El veredicto final llegará el 8 de agosto, y la fecha del festival —para que vayas reservando hotel y outfit— será el 16 o el 23 de mayo de 2026.

Graz: ¿una segunda oportunidad?

A nivel simbólico, Graz no olvida la espinita de 2015. Esta podría ser su revancha, su momento de brillar ante Europa… si logra cuadrar los números sin hipotecar las farolas. Porque Eurovisión es espectáculo, sí. Pero también facturas, técnicos, seguridad, fibra óptica, banderitas, Wi-Fi ultrarrápido y catering para más de mil acreditados.

¿Podrá Graz hacerlo realidad? ¿O será una nueva ciudad la que le arrebate el sueño a última hora? En Austria, la carrera por Eurovisión 2026 está más reñida que una semifinal del Melodifestivalen.

Fuente: Vienna.at

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