Clavdia conquista el Ethnikó Telikó y llevará a Grecia a Eurovisión 2025

El Christmas Theater de Galatsi vibró con una noche llena de emociones, música y sorpresas. Tras más de dos décadas de ausencia, el Ethnikó Telikó, la preselección griega para Eurovisión, regresó con todo su esplendor. Con Elena Paparizou, ganadora de Eurovisión 2005 con My Number One, y Sakis Rouvas, dos veces representante y presentador del festival en 2006, como maestros de ceremonias, la velada prometía ser inolvidable. Y no defraudó.

Una gala llena de sorpresas

La noche comenzó con un popurrí de clásicos eurovisivos interpretados por Paparizou y Rouvas, acompañados por una orquesta. Desde Waterloo de ABBA hasta Κρασί, θάλασσα και τ’ αγόρι μου de Marinella, el público revivió los grandes momentos de Grecia en el festival. Pero el verdadero espectáculo estaba por llegar: 12 candidatos compitiendo por el billete a Eurovisión 2025, que se celebrará en Basilea.

Las actuaciones que marcaron la noche

Rikki abrió el fuego con Elevator (Up and Down), un tema funk que recordó a los éxitos de Bruno Mars. Con bailarinas vestidas como botones de ascensor y una pantalla que simulaba un viaje en ascensor, Rikki puso el listón alto desde el principio.

Thanos Lambrou sorprendió con Free Love, un rock ochentero lleno de energía. Vestido con una chaqueta blanca de flecos y lentejuelas, Lambrou demostró que el rock nunca pasa de moda.

Kostas Ageris llevó al escenario un tema en griego, Γη Μου (Mi tierra), que combinó música tradicional con ritmos urbanos. Las imágenes de paisajes griegos en la pantalla añadieron un toque emotivo a su actuación.

Andy Nicolas cautivó con Lost My Way, una balada en inglés que interpretó al piano. Su voz suave y la sencillez de su puesta en escena conquistaron al público.

Clavdia, una de las favoritas, presentó Αστεροματα (Constelaciones), un tema de pop griego que recibió una de las ovaciones más fuertes de la noche.

Konstantinos Hristoforous y Kostas Karafotis ofrecieron Παραδεισος (Paraíso), una balada con toques folclóricos que transportó al público a un mundo de ensueño.

Georgina Kalais y Giannis Blasseros sorprendieron con High Road, un blues en inglés que mostró la versatilidad de los participantes.

Barbz llevó al escenario un tema que mezclaba balada, drum and bass y techno: Sirens. Su puesta en escena, inspirada en Matrix, fue una de las más innovadoras de la noche.

Evangelia, otra favorita, deslumbró con Vále (Pon), un tema pop-dance en inglés y griego que incluyó un dance-break al estilo My Number One.

Dinamiss convirtió el escenario en una discoteca con Odyssey, un tema pop-dance que hizo bailar a todo el público.

Nafsika, una de las divas de la música griega, emocionó con Unbreak Me, una balada en inglés que mostró su poder vocal.

Hannona Han cerró la noche con Play It, un tema dance en inglés que combinó una escenografía geométrica con lluvias de estrellas.

El intermedio: Un homenaje a Eurovisión

Tras las actuaciones, los presentadores Paparizou y Rouvas deleitaron al público con sus éxitos eurovisivos. Además, Theo Evans, el próximo representante de Chipre, versionó Fuego, el tema que le dio a la isla mediterránea la medalla de plata en 2018. Fue un momento mágico que recordó la importancia de Eurovisión en la cultura musical europea.

El veredicto final

Llegó el momento más esperado de la noche: las votaciones. Con un sistema de 50% jurado y 50% televoto, las tres más votadas fueron BarbzClavdia y Evangelia. Tras una tensa espera, Clavdia se alzó con la victoria y conquistó el tan ansiado billete a Basilea.

Con Αστεροματα (Constelaciones), Clavdia no solo ganó el corazón del jurado y del público, sino que también demostró que Grecia está lista para brillar en Eurovisión 2025. Su mezcla de pop griego con una puesta en escena emotiva y llena de energía la convierte en una candidata a tener en cuenta.

¿Qué le espera a Grecia en Basilea?

Con Clavdia como representante, Grecia llega a Eurovisión 2025 con la ambición de superar sus resultados recientes. Tras la emocionante victoria en el Ethnikó Telikó, el país heleno está listo para conquistar el escenario europeo.

Ahora, solo queda esperar para ver cómo Clavdia llevará la bandera griega a Basilea y si podrá seguir los pasos de Elena Paparizou, la última ganadora griega en Eurovisión. Una cosa es segura: Grecia está lista para dar lo mejor de sí misma y hacer que Europa se enamore de su música una vez más

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