Suiza al rescate: SRG SSR cierra filas con Israel en plena tormenta eurovisiva

Mientras Europa debate, se rasga las vestiduras y algunos amenazan con hacer las maletas, Suiza ha decidido sacar su bandera blanca (de paz) en defensa de Israel. En una reciente entrevista con el medio israelí Mako, Edi Estermann, jefe de comunicación de la cadena pública suiza SRG SSR y portavoz oficial de Eurovisión 2025, ha dejado claro que, en su opinión, la música debe sonar por encima del ruido político.
“Esto no va de gobiernos, va de televisiones públicas”, ha zanjado Estermann, tirando de manual eurovisivo. Para él, Eurovisión sigue siendo —o debería ser— una reunión de radiodifusores públicos bajo el paraguas de la UER, y no un ring de declaraciones diplomáticas encubiertas en lentejuelas.
La neutralidad suiza se manifiesta en modo festivalero
Desde el país de los relojes, el chocolate y la diplomacia, SRG SSR ha reiterado que el concurso debe mantenerse «libre de política«, aunque parezca cada vez más difícil cuando los focos apuntan a cualquier rincón caliente del mapa. Según Estermann, el certamen “debe seguir siendo un evento musical” y no un instrumento para enviar “mensajes políticos camuflados en coreografías y efectos especiales”.
Con esta posición, Suiza se alinea con otras potencias eurovisivas del tablero como Alemania (ARD) e Italia (RAI), que ya han mostrado públicamente su apoyo a la participación del canal israelí KAN en futuras ediciones del festival, incluida la de 2026.
Eurovisión 2026: ¿quién se queda y quién se planta?
Estas declaraciones suizas llegan justo después de la última reunión del Grupo de Referencia de la UER, donde el debate sobre la presencia israelí en Eurovisión 2026 se habría encendido más que los LEDs del escenario. Según informa Mako, Suiza fue de las pocas delegaciones que se mojaron sin ambages, defendiendo la legitimidad de KAN como miembro de pleno derecho de la UER.
La posición de SRG SSR podría interpretarse como una maniobra para evitar que el certamen se convierta en un campo de batalla ideológico —aunque eso, como diría un comentarista sarcástico, es casi tan utópico como que todos los países voten por la canción y no por la vecindad.
¿Y ahora qué?
Con Eurovisión 2025 aún reciente y los ecos de la polémica todavía resonando en los pasillos de la UER, lo único claro es que la tormenta está lejos de disiparse. Pero, al menos, Suiza ha decidido no esconderse tras su legendaria neutralidad: ha puesto la cara, la voz… y la diplomacia musical en favor de que el festival siga siendo un lugar donde el drama solo esté permitido si viene en forma de balada balcánica.
Fuente: Mako- Eurovisionfun