RTS despide a Olivera Kovačević por apoyar a los estudiantes… y por no censurar lo suficiente

Olivera Kovačević

Olivera Kovačević ya no es la reina del entretenimiento en RTS. Su pecado capital: no apagar las voces incómodas. Y en una televisión pública donde la incomodidad se mide por centímetros de pancarta, eso es demasiado.

Según el relato de la propia Kovačević, su salida no ha sido una cuestión de renovación de aires, sino de castigo ejemplar. Se le acusó de desobedecer órdenes directas del director general para impedir que los participantes del festival nacional “Pesma za Evroviziju 25” expresaran apoyo a las protestas estudiantiles. Y claro, cuando los artistas se presentan con puños rojos, chapas y hasta índices universitarios en alto, a alguien en los despachos le da urticaria.

La periodista no niega los hechos. Confiesa que se negó a censurar. Que creyó, inocente de ella, que en un concurso musical de la televisión pública los artistas tenían derecho a expresar sus opiniones, siempre sin faltar el respeto. Tremendo error.

Por si fuera poco, recuerda que el festival ya sufrió un boicot por parte de músicos que se negaron a participar en el segmento de exhibición, y que ella tuvo la osadía de firmar una carta exigiendo profesionalidad en el departamento de informativos. Además, interpuso una demanda contra el mismísimo presidente Aleksandar Vučić por, digamos, imprecisiones sobre su persona y el festival.

Para algunos, esto es compromiso. Para otros, motivo de destitución inmediata.

Los medios afines al régimen se han apresurado a celebrar su salida, afirmando que es la consecuencia directa de una denuncia ante la Unión Europea de Radiodifusión (UER). Kovačević, con una media sonrisa de sarcasmo, aclara que la UER no tiene competencias sobre los procesos nacionales. Es más: la gala final del PZE25 se retransmitió sin ningún reparo por el canal oficial de la UER en YouTube. Fin de la polémica, ¿no?

En su alegato final, Kovačević hace memoria: llegó a RTS en 2006, impulsó programas icónicos como “Luda no攓Pesma za Evroviziju”“Bunt rock festival”, y lideró con éxito múltiples especiales de Nochevieja, además de conmemoraciones históricas. Y no, nunca fue asesora ni mano derecha de ningún directivo.

Ser demasiado íntegra sigue siendo un deporte de riesgo en ciertos lugares.

Fuente: N1

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