¿Qué fue de Marie N, la diva que ganó Eurovisión 2002 con un truco de vestuario?

Corría el 2002. El mundo aún no había oído hablar de Instagram, la gente enviaba SMS para votar y Operación Triunfo arrasaba en España. Y en medio de todo eso, Letonia —un país que apenas llevaba dos ediciones en Eurovisión— decidió llevarse la victoria a casa con una canción disco-pop y una puesta en escena que aún se estudia: “I Wanna” y el legendario cambio de traje blanco a rojo de Marie N.

El momento fue tan inesperado que más de uno todavía está convencido de que aquello lo coreografió David Copperfield. Pero el resultado fue real: Letonia ganaba Eurovisión y Marie pasaba de artista local a heroína nacional en tres minutos.

Después del “I Wanna”: el año de la superestrella letona

Tras la victoria, Marie N tuvo un año que parecía un capítulo de The Crown versión báltica. Televisión, entrevistas, portadas… y, sobre todo, la organización de Eurovisión 2003 en Riga. Ella no solo fue anfitriona, sino también copresentadora junto a Renārs Kaupers (el de Brainstorm, que había quedado tercero en 2000).

Entre galas y ensayos, lanzó su álbum On A Journey, que incluyó “I Wanna” y otros temas en inglés y letón. No vendió millones, pero le dio el estatus de “la cantante que puso a Letonia en el mapa eurovisivo”.

Reinventarse sin perder el control

A diferencia de otros ganadores, Marie no intentó exprimir la fórmula con un I Wanna 2.0. Se diversificó: teatro musical, jazz, soul, televisión y hasta la producción de eventos culturales. Fue jurado en talent shows y presentadora de programas en la TV letona, siempre con un pie en la música pero sin miedo a explorar otros terrenos.

En 2005 lanzó Lullabies y después varios trabajos en letón, alejándose del pop eurovisivo para abrazar sonidos más sofisticados. La crítica la respetó; el público, también.

¿Y ahora qué?

Hoy, Marie N vive entre la música, la gestión cultural y apariciones puntuales en conciertos y eventos de fans de Eurovisión. No necesita escándalos ni “comebacks” desesperados: su nombre está grabado en la historia con un truco de vestuario, un estribillo pegadizo y una noche en Tallin que cambió su vida.

El legado: un vestido y mucho más

Marie N es la prueba viviente de que Eurovisión es mucho más que una canción: es un momento, una imagen, una sorpresa que atrapa a millones de espectadores. Ganó cuando nadie la veía como favorita y convirtió un gimmick escénico en una lección de televisión en directo.

Y si algún día te cruzas con ella en Riga, no lo dudes: pídele que te cuente cómo se sintió al escuchar “Latvia – 12 points” por última vez aquella noche. Quizá te lo cuente… mientras cambia de traje.

También te podría gustar...