Eurovisión 2026 se salva: Viena respira y el ORF confirma la participación de Israel

Cuando todo apuntaba a que Eurovisión 2026 se convertiría en un campo de batalla diplomático más que en una fiesta pop, Viena puede por fin bajar el volumen de la tensión.
El ORF (radiodifusora pública austriaca) ha confirmado que Israel seguirá en el certamen, después de semanas de presiones, amenazas de boicot y conversaciones políticas al más alto nivel.
El giro llega tras la liberación de 20 rehenes por parte de Hamás, primer paso del histórico acuerdo de paz que ha calmado —al menos de momento— el fuego político que rodeaba al festival.
“Estamos muy satisfechos con esta decisión. El Song Contest debe unir, no dividir”, declaró exultante el director general del ORF, Roland Weißmann, quien había defendido a capa y espada la presencia israelí.
Una votación secreta que nunca llegó a celebrarse
La Unión Europea de Radiodifusión (UER) había previsto una votación secreta entre sus 68 miembros el 15 de noviembre, impulsada por países como España, Irlanda, los Países Bajos, Eslovenia e Islandia, que pedían la exclusión de Israel.
El anonimato de los votos hacía prever un resultado desfavorable para el país mediterráneo.Pero la votación nunca llegó a producirse.
La relajación del conflicto en Oriente Medio cambió el guion y la reunión fue aplazada hasta la asamblea ordinaria de diciembre.
Por ahora, el caso está cerrado y Viena podrá seguir preparándose para acoger el 70º aniversario del festival.El dinero también canta
Detrás del discurso sobre “la paz y la música”, había algo más terrenal: los millones de euros en juego.
Un boicot masivo habría supuesto una multa de hasta 40 millones de euros al ORF y un golpe directo a los ingresos turísticos de la capital.
La Stadthalle ya está reservada, los hoteles llenos y el Rathausplatz se transformará en el Eurovision Village más grande de la historia.
Cancelarlo hubiera sido poco menos que quemar el decorado antes del ensayo general.“El festival se celebrará como estaba previsto. El objetivo sigue siendo unir a las naciones a través de la música”, insistieron fuentes del ORF.
JJ, el ganador incómodo
No todo ha sido armonía. El representante suizo y actual campeón, JJ, había provocado un auténtico terremoto mediático en mayo al comparar la participación israelí con la invasión rusa de 2022, exigiendo su exclusión.
Su “Eklat” (como tituló la prensa austríaca) dejó heridas abiertas tanto dentro como fuera del escenario.Pero con la nueva coyuntura, el ORF ha preferido cerrar filas: Israel sigue, JJ canta, y Viena sonríe.
Eso sí, en los despachos nadie olvida lo cerca que estuvo Austria de protagonizar el mayor apagón cultural de su historia reciente.De la diplomacia al do mayor
El mensaje del ORF es claro: Eurovisión no es la ONU, pero casi.
La cadena pública quiere enviar una señal de unidad en tiempos convulsos y reafirmar su papel como anfitrión “neutral” —si es que eso todavía existe—.Con el 16 de mayo de 2026 marcado en rojo, Viena afina los preparativos de un festival “espectacular pero austero”, fiel al lema de Weißmann.
Después de tantas semanas de incertidumbre, el único boicot que se vislumbra ahora será al aburrimiento.Fuente: Kronen Zeitung