Eurovisión 2026 en Austria: Wels, Linz y Graz se bajan del escenario y dejan el duelo final entre Viena e Innsbruck

La carrera por albergar el Festival de Eurovisión 2026 en Austria ha dado un giro digno de un plot twist eurovisivo: de las seis ciudades que sonaban en las quinielas, solo Viena e Innsbruck siguen en liza. El resto —Wels, Linz y Graz— han acabado afinando la nota de retirada antes de que el jurado (léase ORF y la EBU) emitiera veredicto.
Wels y Linz: “lo intentamos, pero el techo no da para tanto”
Las dos mayores ciudades de Alta Austria analizaron durante semanas si podían presentar una candidatura conjunta. Los informes internos fueron claros: en organización, logística y marca cultural, el proyecto sumaba muchos puntos; en infraestructura técnica, suspenso. Las nuevas ferias de Wels no alcanzan la altura ni los puntos de anclaje exigidos para colgar la escenografía futurista que pide la EBU. Resultado: cheque devuelto y promesa de “seguir buscando eventos internacionales menos estratosféricos”.
Graz: amor, pero sin presupuesto
La capital de Estiria, que ya coqueteó con el concurso en 2015, hizo sus cuentas y salió corriendo sin mirar atrás: el coste proyectado ascendía a 29,35 millones de euros brutos. En plena prórroga presupuestaria municipal, la alcaldesa Elke Kahr sentenció que “no es defendible” destinar tal suma sin cofinanciación asegurada de Estado y provincia. Después de varias reuniones sin cheques sobre la mesa, Graz apagó las luces —al menos hasta la próxima locura festivalera.
Innsbruck: nieve, techos altos y candidatura intacta
La capital del Tirol fue la primera en recibir luz verde del ayuntamiento para elaborar dossier. El Olympiaworld Innsbruck presume de techo de sobra, experiencia en eventos de invierno y la carta turística de “Eurovisión en los Alpes”. Un cliché, sí, pero vende boletos.
Viena: la favorita que juega en casa
La capital aparece en el programa de la coalición rojo-rosa con un término claro: “candidatura a Eurovisión 2026”. Tras el éxito (y la factura) de 2015, Viena parte como opción solvente: recinto probado (Wiener Stadthalle), red hotelera kilométrica y transporte público que funciona incluso cuando la noche termina a las cuatro de la mañana. Eso sí, el Ministerio de Finanzas ya levanta cejas ante los números al alza que reclama la EBU para la edición 2026.
Próximos pasos y calendarios
- 4 de julio: fecha límite para que las ciudades presenten la carpeta con TODO (plan de arena, presupuesto, avales, plan de sostenibilidad, etc.).
- Mediados de agosto: ORF y la EBU anuncian la sede ganadora.
- 16 o 23 de mayo de 2026: gran final del festival en la ciudad elegida. Spoiler: habrá polémica sobre el suelo del escenario, da igual quién gane.
La retirada de Wels, Linz y Graz demuestra que Eurovisión ya no es solo luces y confeti, sino un ejercicio de ingeniería financiera, colgada de un techo capaz de soportar más toneladas que un teleférico alpino. Mientras Viena afila su experiencia y Innsbruck ensaya su pitch de “nieve y notas altas”, los eurofans hacemos palomitas. Reconozcámoslo: nada nos gusta más que un poco de drama pre-festival.
Fuentes: OTS-ORF