Eslovenia desafía a la EBU: “Un alto el fuego no basta para devolver a Israel a Eurovisión”

Sarah Louise Bennett (EBU)

La presidenta del consejo de administración de RTV EsloveniaNatalija Gorščak, ha lanzado una advertencia clara a la Unión Europea de Radiodifusión (UER/EBU) tras la cancelación de la votación sobre la participación de Israel en el Festival de Eurovisión 2026:
Un alto el fuego no puede ser motivo suficiente para aceptar de inmediato la vuelta de Israel”.

Mientras en Viena el ORF respira aliviado por la decisión, en Ljubljana el tono es otro.
Eslovenia pide a la EBU que actúe con más coherencia y menos prisas, y sugiere incluso que Israel debería ser excluido temporalmente para evitar “complicaciones políticas”.

“Sería más sensato excluir a Israel este año”

En declaraciones a TV Eslovenia, Gorščak fue tajante:

“Sería más sensato que la EBU dejara fuera a Israel este año y así evitar todo tipo de problemas políticos que van a surgir igualmente.”

La ejecutiva eslovena considera que el alto el fuego y el plan de paz para Gaza no cambian el fondo del problema, y que el festival corre el riesgo de “perder su credibilidad apolítica” si se ignoran los crímenes documentados durante la guerra.

Su mensaje ha tenido eco inmediato entre los medios locales, que destacan el papel de RTV Eslovenia como una de las primeras televisiones europeas en exigir medidas firmes frente a la participación israelí.

Una voz disonante en el coro de la EBU

La EBU, que decidió cancelar el voto extraordinario previsto para noviembre, ha justificado su decisión por los “recientes acontecimientos en Oriente Medio”, en referencia al acuerdo de paz entre Israel y Hamás.
Sin embargo, para Gorščak, la tregua no puede limpiar la imagen internacional del país ni restablecer automáticamente su presencia en un concurso cultural que presume de neutralidad.

Eslovenia ya figura entre los países que han planteado boicotear Eurovisión 2026 si la UER mantiene a Israel en la lista de participantes, junto a Irlanda, Países Bajos, Islandia y España.
Un bloque cada vez más incómodo para la dirección del certamen, que busca mantener el equilibrio entre la diplomacia y el espectáculo.

Viena aplaude, Ljubljana protesta

Mientras tanto, el ORF austriaco, anfitrión del próximo festival, ha saludado la decisión de la EBU con evidente alivio.
Su posición es casi opuesta a la eslovena: mantener a Israel en el cartel garantiza la continuidad de Eurovisión 2026 en Viena sin poner en riesgo contratos millonarios ni la imagen del país anfitrión.

El contraste entre ambos enfoques resume el dilema europeo:
Eslovenia reclama principios, Austria defiende estabilidad.
Y la EBU, atrapada entre ambos, sigue intentando convencer a todos de que Eurovisión “no es político”.

Fuente: RTVSLO

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