Eslovaquia dice “no, gracias” a Eurovisión 2026 (otra vez)

Qué manía tiene Eslovaquia con hacerse la dura en Eurovisión. Por segundo año consecutivo –y ya hemos perdido la cuenta de cuántos antes– la Verejnoprávna televízia (STVR, para los amigos) ha confirmado que no habrá bandera eslovaca ondeando en Eurovisión 2026. Ni semifinal, ni final, ni memes; nada.
El comunicado, proporcionado al medio Refresher por Filip Púchovský, del departamento de marketing y comunicación de la STVR, es digno de enmarcar en el museo de las excusas eurovisivas: los costes son “desproporcionados” frente a los beneficios, la logística es cara y, claro, “Eslovaquia es un país pequeño con un mercado limitado”. Nada nuevo bajo el sol.
Prioridades nacionales: dramas antes que baladas
La STVR asegura que, como televisión pública, prefiere invertir su presupuesto en producción propia, ficción dramática, informativos y en dar oportunidades a jóvenes talentos en casa. Todo muy loable, pero que no deja de sonar a “preferimos gastarnos el dinero en nuestras telenovelas antes que en pagar la licencia de la UER”.
Ojo, que en otros países pequeños han aprendido el truco de involucrar a patrocinadores privados. En Eslovaquia, por ahora, ni hablar del tema. “No es nuestro modelo de financiación”, explican. Ya. Tampoco es el de Mónaco y ahí están, colándose en las finales.
¿Un regreso posible? Quizás… algún día
No todo son portazos: la STVR insinúa que, con un nuevo equipo directivo y un presupuesto más generoso, Eslovaquia podría volver en el futuro. Traducción libre: “si alguien paga, nos lo pensamos”.
Horehronie, Kiss Kiss Goodbye y otros momentos de gloria… relativa
El historial eslovaco en Eurovisión no es precisamente para escribir himnos. La última participación fue en 2012, y antes de eso solo recordamos con cariño la legendaria (aunque eliminada en semifinales) Horehronie de Kristína Peláková en 2010, convertida en un himno eurovisivo gracias a su fanbase internacional.
Más reciente es el caso del eslovaco ADONXS, que en este año representó a Chequia con Kiss Kiss Goodbye. También se quedó en semifinales, pero, eh, al menos alguien gritó “¡Slovensko!” en algún titular europeo.
Eslovaquia sigue siendo la eterna novia que nunca llega al altar eurovisivo. 2026 no será el año de su regreso, y los eurofans tendremos que seguir conformándonos con recordar aquel mágico “Horehronie” y con memes de ADONXS.
Pero tranquilos: la STVR dice que no es un “no” definitivo. Es más bien un “quizá… cuando nos cuadren las cuentas”.
Fuente: Refresher