BHRT gana una batalla legal clave en la Republika Srpska, pero el camino a Eurovisión sigue cuesta arriba

Después de años de litigios, acusaciones y silencios institucionales que harían sonrojar a cualquier drama balcánico que se precie, el Tribunal Supremo de la Republika Srpska ha dictado sentencia a favor de la radiotelevisión pública estatal BHRT en su pugna judicial contra RTRS, la emisora pública de la entidad serbobosnia. ¿El motivo? Nada menor: más de 98 millones de marcos convertibles que RTRS nunca compartió como parte de las tasas televisivas recaudadas y que, en teoría, deberían haberse repartido como buenos compañeros de piso mediático. Pero no.
La resolución llega tras la intervención del Tribunal Constitucional de Bosnia y Herzegovina, que ya había advertido de una “violación de derechos” contra BHRT. Ahora, el Supremo de la Republika Srpska no solo anula sus anteriores decisiones, sino que ordena repetir el proceso. Como quien resetea el router judicial esperando que esta vez todo funcione.
Belmin Karamehmedović, director general de BHRT y auténtico superviviente del ecosistema mediático bosnio, lo ha calificado como un “punto de inflexión”. Aunque matiza, por si alguien se hacía ilusiones: “Esto no significa que hayamos llegado al final del camino para ejercer nuestros derechos legales negados desde 2017”. Vamos, que aún queda para descorchar el champán.
El abogado Vlado Adamović explicó con la claridad que solo el Derecho puede ofrecer: “Esto ha ido de abajo a arriba, luego de arriba a abajo, y ahora todo se repite”. Y el letrado de BHRT, Damir Katica, añadió con optimismo que “esperan ahora una aplicación coherente de la ley”, lo cual en Bosnia ya suena a promesa electoral.
¿Y qué implica esto para Eurovisión, ese viejo amor al que Bosnia no ha podido escribir ni una postal desde 2016? Mucho. Porque si RTRS paga lo que debe, BHRT podría saldar sus cuentas con la Unión Europea de Radiodifusión (EBU) y volver al mayor espectáculo musical del continente. Pero hasta que el dinero cambie de manos, todo sigue en el aire. Bueno, todo menos los intereses acumulados.
En definitiva, Bosnia y Herzegovina aún no tiene asegurado ni el dinero ni la plaza en Eurovisión. Pero al menos ha conseguido algo casi igual de raro: una victoria judicial entre entidades públicas. En los Balcanes, eso ya es medio milagro.
Fuente: BHRT