Bélgica confirma su presencia en Eurovisión 2026

Photo: Sarah Louise Bennett (EBU)

Bruselas vuelve a decir “présent”

La RTBF, la cadena pública francófona belga, ha confirmado oficialmente que Bélgica competirá en la 70.ª edición de Eurovisión, que tendrá lugar en Austria el próximo mes de mayo. El anuncio llega de boca de Michaël De Lil, flamante jefe de delegación, y viene sin fuegos artificiales pero con la precisión de un reloj suizo (o, en este caso, de un reloj belga).

La eterna pregunta: ¿selección interna o candidatura a la vista?

Por ahora, la RTBF mantiene cerrado el cajón de los secretos: ni método de elección, ni fechas, ni pistas sobre qué cantante tendrá el dudoso privilegio de enfrentarse a la semifinal. Si nos guiamos por la historia reciente, todo apunta a una selección televisada, formato en el cual salió el último representante belga: Red Sebastian.

El modelo belga: ¿sólo un país, dos televisoras, tres idiomas y medio?

Bélgica es un caso de estudio: RTBF y VRT se alternan religiosamente la participación. Esto no responde únicamente a la cortesía federal; es una coreografía diplomática para que neerlandófonos y francófonos sientan que el micrófono de cristal también les pertenece. En 2025 le tocó el turno a la RTBF y repetirá en 2026, mientras la VRT descansa (o conspira) desde la grada.

Un vistazo al retrovisor: luces estroboscópicas y puntos sammarineses

El año pasado, el ángel pop Red Sebastian defendió a Bélgica con “Strobe Lights”. Se quedó en el 14.º puesto de su semifinal, con apenas 23 puntos —eso sí, incluyendo 12 puntazos del jurado de San Marino. Podría sonar a consuelo menor, pero siempre reconforta ver que alguien, en algún micro-Estado, entiende tu arte.

Objetivo Austria: la checklist pendiente

  1. Canción que sobreviva a la comparación con seis décadas de clásicos belgas (sí, incluso “J’aime la vie”).
  2. Staging digno de la RTBF, es decir, más sobriedad francófona que explosión flamenca.
  3. Suficiente pegada televisiva para seducir a jurados y televoto en tiempos de TikTok y análisis en vivo de notas desafinadas.

Esperando a Godot… y a la RTBF

Entre la alternancia lingüística, el suspense de la elección y el eterno debate sobre semifinales, Bélgica mantiene su posición de outsider simpático: nunca favorito, rara vez último, pero siempre dispuesto a recordar que el equilibrio federal también se juega a golpe de estribillo.

Que nadie se engañe: en Eurovisión, la estrategia es tan belga como los gofres. Y la RTBF, fiel a su estilo, prefiere cocinar la masa lejos de las cámaras antes de mostrar el resultado.
Nos vemos en Austria, con lo que sea que salga del horno.

Fuente: Eurovoix

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