Alemania deja claro que no se baja del escenario (de momento): respuesta de la SWR a los rumores sobre un “Euro-exit” si Israel queda fuera

“No nos vamos… todavía”

La Südwestrundfunk (SWR) –emisora que ejerce de portavoz de la delegación alemana– ha puesto el freno de mano al último incendio eurovisivo: no, Alemania no ha amenazado con retirarse del Festival de Eurovisión 2026 si Israel es vetado. En cuanto lo que ha publicado la versión inglesa de HuffPost, el canal público recordó que el certamen “es un concurso entre radiodifusoras públicas, no entre gobiernos”, y que KAN “cumple la normativa” como socio de la EBU desde hace seis décadas.

Lo que sí reconocen en Stuttgart es que la bola de nieve crece. Hace una semana, varias televisiones participantes debatieron si la guerra en Gaza justificaba o no la expulsión de Israel. La decisión fue aplazada a otoño, pero el portal israelí N12 News deslizó que Alemania e Italia amenazaban con hacer las maletas si Jerusalén quedaba fuera en 2026, extremo que la SWR desmiente con la elegancia de quien paga parte del cóctel y no quiere que se note.

El precio de la butaca VIP

Conviene recordar que Alemania forma parte del famoso “Big Five” –junto a Reino Unido, Francia, España e Italia– y, por tanto, es uno de los principales patrocinadores del evento. Retirarse sería el equivalente eurovisivo a quitarle la batería al autobús escolar: el espectáculo seguiría, pero a tirones. No parece casual que la SWR recalque “los valores centrales del ESC” justo cuando se murmura sobre boicots y maletas a medio hacer.

Israel: 60 años cantando y contando polémicas

La presencia de Israel nunca ha sido mansa, pero en los dos últimos años el ruido se ha disparado. Varios exconcursantes –incluidos los recientes ganadores JJ (Austria 2025) y Nemo (Suiza 2024)– han pedido su expulsión, mientras Islandia y Eslovenia lideran la presión institucional. Para otros, prohibir a KAN equivaldría a politizar todavía más un festival que presume de lo contrario. La EBU lo expresa así: “Queremos mostrar el mundo como podría ser, no como necesariamente es”. El problema es que la realidad se empeña en infiltrarse entre plumas y cañones de confeti.

El plan Curran: diálogo, aspirinas y calendario

Para bajar la fiebre, el director general de la EBU, Noel Curran, ha encargado a un exejecutivo televisivo que lidere “un diálogo estructurado y abierto” con los 70 miembros del club. Objetivo: llegar a una solución “bien fundada y sostenible” antes de que los ventiladores de nieve artificial vuelvan a encenderse en primavera. Traducción libre: que nadie se vaya y que el hashtag #Eurovision siga facturando.

¿Dramedia con segunda parte?

  • Escenario optimista: en otoño se decide que Israel sigue, las críticas se amortiguan y Alemania finge que aquí no ha pasado nada.
  • Escenario telenovelesco: se veta a Israel, la SWR rompe la baraja, Italia se suma a la espantada y el Big Five se queda en Big Three. El presupuesto, las semifinales y la final automática quedan patas arriba.

Por ahora, Berlín mantiene el micro encendido y el pie apoyado en el retorno. Pero si algo enseña la historia eurovisiva es que un “no nos vamos” puede transformarse en “ Auf Wiedersehen ” a la velocidad de un modulado en fa sostenido. Así que abróchense las lentejuelas: el otoño promete más giros que una plataforma giratoria made in Malmö.

fuente: HuffPost Uk

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