España dice “hasta aquí”: RTVE abandona Eurovisión tras la negativa de la UER a suspender a Israel

RTVE ha hecho oficial lo que llevaba meses sobrevolando como un dron sin licencia: España se retira del Festival de Eurovisión 2026. El detonante ha sido la decisión de la 95ª Asamblea General de la UER, celebrada hoy en Ginebra, que ha confirmado la participación de Israel pese a las presiones internas, las advertencias diplomáticas y los sudores fríos del Grupo de Referencia.
Por si alguien vivía bajo una piedra (o peor, viendo refritos de OT 2017), el Consejo de Administración de RTVE ya había fijado en septiembre una línea roja gruesa como una autopista: si Israel sigue, España se va. Pues bien, Israel sigue. España se va. Y Viena, que ya tenía lista la moqueta roja para mayo, se queda sin la delegación española y sin su habitual épica de “este año sí”.
Un choque frontal con la UER que venía de lejos
El secretario general de RTVE, Alfonso Morales, ha sido meridianamente claro en Ginebra. Bueno, “meridianamente” dentro de lo que permite un discurso institucional cargado de subtexto y resignación milenaria.
Según Morales, las medidas de la UER para contener los usos políticos del festival por parte de Israel “son insuficientes”, lo que ya es una forma elegante de decir “nos estáis tomando el pelo”.
Lo más jugoso viene aquí:
La presidencia de la UER rechazó que se votara específicamente sobre la participación israelí y, para colmo, denegó la solicitud de RTVE y otros siete países para que la votación fuese secreta.
En resumen: transparencia selectiva. Perfecto para un concurso que presume de neutralidad cultural mientras el ambiente está más tenso que el marcador del Benidorm Fest en noche de cuchillos largos.
Gaza, la neutralidad perdida y un certamen convertido en campo de batalla diplomático
RTVE subraya que la situación humanitaria en Gaza y el uso político del festival por parte de Israel hacen “cada vez más difícil” mantener Eurovisión como un evento cultural neutral.
Teniendo en cuenta que la neutralidad en Eurovisión ya era un unicornio difícil de encontrar, ahora directamente parece un Pokémon legendario.
Morales mantiene que la ausencia de sanciones a KAN por incumplimientos reiterados y la falta de mecanismos de control del voto han erosionado la confianza de RTVE en la organización. Lo dice con voz institucional, pero se entiende perfectamente: esto es un caos y no queremos ser cómplices.
Adiós a Viena 2026: ni final, ni semifinales, ni nada
La retirada implica que RTVE no emitirá la final de Eurovisión 2026 ni las semifinales del 12 y 14 de mayo.
España desaparece del mapa eurovisivo por primera vez en más de seis décadas.
El fandom ya puede ir preparando el duelo, la playlist de “baladas tristes” y, por qué no, algún que otro hilo kilométrico en redes preguntándose si era “inevitable, histórico o simplemente RTVE siendo RTVE”.
Una crisis histórica dentro de la UER
Según ha destacado Morales, la gestión del liderazgo de Eurovisión es ya “una de las mayores tensiones internas en la historia de la organización”.
Y aquí sí que no exagera: entre países pidiendo votaciones secretas, la UER haciendo como que no oye y comunicados que parecen notas diplomáticas, lo de este año hace que el drama de 2024 parezca un ensayo escolar.
RTVE insiste en que su postura nace “del respeto” y de la “profunda preocupación” por la situación internacional. Y, pese a todo, recalca su deseo de “permanecer unida a la UER”.
Vamos, lo típico: no eres tú, soy yo, pero igual algún día volvemos.
Un giro histórico que puede cambiar el festival
Más allá del impacto inmediato, la salida de España abre una caja de Pandora difícil de cerrar:
- Otros países podrían seguir sus pasos.
- El debate sobre la participación de Israel va a escalar, no a desaparecer.
- Y la UER, que se ha acostumbrado a surfear crisis, ahora tiene una ola digna de Nazaré.
Mientras tanto, España inicia una nueva era post-eurovisiva cuya duración, como siempre, dependerá de decisiones políticas, arreglos diplomáticos y del apetito de RTVE por volver al mayor circo musical de Europa.
Hasta entonces, tocará disfrutar del drama desde la barrera. Para qué negarlo: material no va a faltar.
Fuente: RTVE