Montenegro Prepara su Gran Retorno: El Montesong 2025 Promete, Pero… ¿Cumplirá?
Después de dos años fuera del radar eurovisivo, Montenegro se alista para volver al escenario más famoso de Europa: el Festival de la Canción de Eurovisión. Y lo hará a lo grande, o al menos, eso prometen. El 26 y 27 de noviembre, la capital Podgorica será el escenario del Montesong, el festival encargado de seleccionar al próximo representante montenegrino para Eurovisión 2025, que se celebrará en Basilea, Suiza. La pregunta es: ¿Montenegro volverá para sorprendernos o para repetir un eterno tropezón?
Radio y Televisión de Montenegro (RTCG) ha lanzado un concurso público, con fecha límite el 1 de octubre, en el que 16 composiciones competirán para llevar la bandera montenegrina a Eurovisión. Las reglas son claras: los intérpretes deben ser ciudadanos de Montenegro, pero los compositores pueden venir de cualquier rincón del planeta. Esto abre la puerta a colaboraciones interesantes, aunque con la historia reciente de Montenegro en el concurso, el escepticismo está servido.
Optimismo a raudales, pero…
Daniel Alibabić, director del Montesong, ha mostrado un entusiasmo que pocos en Montenegro parecen compartir con tanta efusividad. «Este será un espectáculo que el país nunca ha visto antes«, asegura con una convicción que nos hace levantar una ceja. No es que queramos ser pesimistas, pero el listón no está precisamente alto. Montenegro no ha tenido una trayectoria especialmente brillante en Eurovisión, y su vuelta después de una pausa de dos años genera más dudas que expectativas. Sin embargo, Alibabić sueña con que el Montesong se convierta en un evento tan emblemático como el festival Dora en Croacia. La intención es buena, pero ¿la ejecución?
Entre promesas de un escenario «espectacular» y un jurado mixto, compuesto por músicos montenegrinos y extranjeros, el festival pretende ser una plataforma para talentos emergentes. La mitad del voto será decidido por el público, y la otra mitad, por el jurado. Vladana Vučinić, directora artística del evento, promete una transparencia eurovisiva que garantizará que el ganador será digno de subirse al escenario de Basilea.
Finanzas, sueños y realidades
Un dato curioso que Alibabić no dejó pasar por alto es que a los participantes les cubrirán todos los gastos del espectáculo, algo que ciertamente puede motivar a jóvenes artistas a inscribirse. Y es que, en Montenegro, hacer carrera musical no es precisamente una mina de oro. Así que, si a alguien le faltaban razones para intentarlo, aquí tienen una.
Sin embargo, como suele pasar, las finanzas son el talón de Aquiles. Vučinić no ha dudado en admitir que los problemas de presupuesto son una constante en la industria cultural del país, algo que no ayuda precisamente a calmar las expectativas de los seguidores más acérrimos de Eurovisión. Y, por si fuera poco, el Ministerio de Cultura y Medios de Montenegro, hasta ahora, ha mostrado poco interés en colaborar con el festival. «No se han involucrado por el momento, pero esperamos atraer su atención», afirmó Vučinić con una mezcla de optimismo y resignación.
La carrera hacia Basilea
Con la fecha límite del 1 de octubre para la presentación de candidaturas a la vuelta de la esquina, y las finales del Montesong programadas para finales de noviembre, Montenegro está en marcha para seleccionar a su representante. Pero la gran incógnita es si esta vez podrán romper su racha de actuaciones mediocres y pasar al menos a la final.
El Montesong es una apuesta ambiciosa para un país pequeño, donde la cultura y la música siempre han sido vistas como algo secundario. Pero, como bien saben los montenegrinos, a veces los sueños más grandes salen de los escenarios más pequeños. Así que, mientras esperamos a que el espectáculo comience, solo nos queda cruzar los dedos y esperar que esta vez, Montenegro no solo vuelva a Eurovisión, sino que lo haga para dejar huella.
Porque, al fin y al cabo, si algo ha demostrado Eurovisión, es que el tamaño del país no importa; lo que cuenta es la melodía, el espectáculo y, por supuesto, ese toque de extravagancia que tanto gusta a los eurofans.
Fuente: RTCG
