Blas Cantó, la voz de la calma: “Quedé igual que Melody… y no armé tanto escándalo”

El eurovisivo Blas Cantó, representante de España en 2021 (y elegido también para la edición pandémica de 2020), se ha pasado esta semana por el programa En Compañía, que presenta Ramón García en Castilla-La Mancha. Y, entre abanico y bollo de almendra, dejó caer unas cuantas perlas sobre Melody y el culebrón eurovisivo que todavía colea tras el Benidorm Fest 2025.

Como recordarás, la artista de Dos Hermanas decidió cancelar todos sus compromisos tras el batacazo de Esa diva, ese himno con ínfulas que no acabó de despegar ni en directo ni en el marcador: puesto 24, y gracias. Después vinieron las críticas a RTVE, la decepción pública, las entrevistas al borde del llanto tras el Micrófono de Bronce que consiguió en Benidorm.

Pues bien, Blas ha querido poner algo de sensatez en medio de tanto drama:

Fíjate que yo quedé en el mismo puesto y no se formó ese revuelo. Tampoco hicieron tanta promo y quedamos igual.

Y es que el murciano, con la experiencia que dan los focos y los zascas, tiene claro que Eurovisión es más ruleta que carrera de fondo, y que no conviene dramatizar más de lo estrictamente necesario:

Nunca se sabe. De repente Chanel te deja en el lugar tres, Blanca Paloma en el dieciséis, Melody y yo en el 24…

Vamos, que ni una bola de cristal de la NASA predice lo que pasa en ese escenario. Aun así, Cantó, que ha sufrido en sus propias carnes los efectos secundarios del festival —dos años emocionalmente complicados, según confesó a Mara Torres—, prefiere mirar al pasado sin rencor y, sobre todo, sin comunicados incendiarios:

“Lo que tengo claro es que si yo quedé en el 24, como Melody, esas 23 personas delante de mí merecen su puesto. También han trabajado mucho para estar ahí.”

Poco después de su paso por Eurovisión, Blas confesaba que la experiencia fue dura. Y mucho:

“Me rompí porque aguanté mucho dolor, mucha fragilidad en mi voz, muchas ganas de llorar todos los días.”

Pero no todo fue negativo. Pese al bajón emocional, mantiene que fue una etapa útil y feliz, dentro de lo posible:

“A mí me sirvió mucho, me lo pasé muy bien a pesar de las circunstancias y disfruté un montón.”

Mientras RTVE ya calienta motores para el Benidorm Fest 2026 con un premio de 150.000 euros para quien se atreva a tomar el relevo, Blas Cantó aparece como el adulto en la sala, recordándonos que hay vida (y dignidad) más allá del puesto 24.

Y que no todo va a ser llorar en un camerino.

Fuente: Bluper

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